Una Experiencia Real: 2 Años de Cuidado en el Domicilio ( Estimulación Cognitiva y Comunicación en el Alzheimer).
Imagen realizada por IA
El Inicio del DesafíoMi experiencia como cuidadora comenzó con Don Juan, un hombre retraído, organizado y con hábitos marcados, entre ellos una fijación constante en las bebidas alcohólicas. Era distraído y solitario, con pocas ganas de realizar actividades físicas o cognitivas.
Los primeros retos no fueron fáciles:
- Respuestas automáticas: A todo respondía "sí", sin reflexionar si realmente le interesaba o entendía lo que se le proponía.
- Frases evasivas: Usaba con frecuencia el "yo qué sé" como una forma de evitar participar.
- Rechazo a las actividades cognitivas: Consideraba inútiles las tareas que podían estimular su memoria y habilidades.
- Otras complicaciones: Las enfermedades asociadas a la edad y el impacto del consumo de alcohol.
- Falta de información en la familia: La familia no sabía cómo comunicarse con él sin generar roces o frustración.
Adaptarme a este escenario emocional y práctico fue un reto en sí mismo. Me encontré con una barrera que iba más allá de la pérdida de memoria: su frustración, hábitos perjudiciales y mis propias dudas iniciales. Gracias al apoyo de médicos, familiares y la formación continua, logramos un cambio radical en Juan.
Hoy, se comunica mejor tanto con su familia como a nivel social, ha comenzado a participar en actividades en el centro de mayores y ha retomado pequeños viajes con sus seres queridos. Aunque algunos retos persisten, como su afección renal crónica derivada del alcoholismo, su calidad de vida ha mejorado notablemente.
Aprendizajes en el Camino
Métodos o estrategias implementadas:
El éxito comenzó con la comprensión mutua, especialmente con la familia. Les ayudé a entender que hay recuerdos que pueden ser dolorosos y que es válido dejar ir aquello que nos afecta negativamente, para centrarnos en el presente.
Actividades cognitivas efectivas:
- Colocamos letreros en las estancias principales con el día, mes, año y lugar.
- Durante los paseos, practicábamos presentaciones breves con amigos y vecinos:
- "Hola, yo soy Marga, ¿y usted?" Con los conocidos, vecinos, esto le ayudaba a recordar rostros y asociar información.
- Reemplazamos fotos antiguas por imágenes actuales de sus familiares con nombres escritos en grande.
- Pusimos letreros en las puertas y objetos clave (Habitación de Abuelo, baño, televisor).
- Introdujimos sopas de letras adaptadas y mándalas simples que se volvieron su actividad favorita.
- Enseñamos a usar una Tablet con una aplicación para socializar (OYA), lo que le ayudó a familiarizarse con la tecnología.
- Terapia con Stimulus Pro y musicoterapia, herramientas clave para su estimulación.
- Siempre con mucha paciencia y adaptándome a su ritmo.
- Usar frases cortas y claras.
- Explicar tareas repetitivamente para evitar frustraciones, especialmente al usar la Tablet.
- Comunicación no verbal: gestos amigables, sonrisas y posturas corporales positivas.
Los Momentos Difíciles y Cómo los Estoy Superando
Aunque Juan es muy independiente en sus actividades diarias (hacer su cama, bañarse, comer, limpiar), también presenta manías propias de su edad y condición. Estas han mejorado gracias al modelado positivo y la repetición constante.
Ejemplos:
- Antes salía a la calle en pijama; ahora, tras repetidas explicaciones, utiliza el telefonillo desde la cocina para abrir la puerta.
- Antes no pedía ayuda; ahora informa si algo no funciona en casa.
He aprendido que no siempre habrá días perfectos, pero mantener la constancia y aceptar los días difíciles como parte del proceso hace toda la diferencia.
Impacto en la Calidad de Vida
Progresos observados:
- Mejora en sus relaciones familiares y sociales.
- Aceptación de ayuda y colaboración en su entorno.
- Disminución de comportamientos negativos en la calle, como criticar a desconocidos.
Impacto en nuestra comunicación:
A través de la escucha activa, la empatía y la asertividad, he logrado establecer una relación de confianza. Aunque a veces se rebela, valoro que ahora puede expresar su descontento de manera sana.
Reflexión personal y profesional:
Cada pequeño avance, desde una palabra recuperada hasta un hábito nuevo, es un triunfo. Estos dos años han reafirmado la importancia de la paciencia y la empatía, no solo en el cuidado de personas con Alzheimer, sino en todas las relaciones humanas.
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